 |
| portada original |
Título : the wicker man
Título hispano : el culto siniestro
Director : Robin Hardy
Reparto :Britt Ekland,Chritopher Lee, Diane Cilento, Edward Woodward....
Duración : 97 minutos
Reino Unido,1973
Sinopsis : El sargento de la policía británica, Howey (Edward Woodward), sigue los pasos de la desaparición de una niña en una pequeña isla cuyos habitantes son, como poco peculiares.
Esta es una de esas películas de difícil catalogación.Thriller, musical, drama...se dan la mano para ofrecernos una película tan extraña como inquietante, que mantiene todo el rato al espectador sumido en su desconcertante atmósfera.
El sargento Howey, protagonista de la cinta, es hombre de ferbientes creencias cristianas, extremista, deboto, y todo lo que se le podría achacar al súbdito mas acérrimo de cualquier religión, esto a priori no es malo, nuestro buen sargento es un protagonista de buen carácter y educadas maneras, un personaje que cae bien al espectador. Pero el bueno de Howey dará con la horma de su zapato: una isla a investigar para el solito llena de gente que no piensa precisamente como él, canciones picantonas, cultos al falo, exhibicionismo carnal, y un comportamiento general muy, pero que muy irritante. Esto llevará al personaje principal, Howey, a una evolución cambiante de carácter propiciada por la tremenda frustración, y ambiente malsano que rezuma toda la isla, todo ello acompañado del omnipresente choque de culturas entre el extrangero "supercristiano" y los "megapaganos" isleños.
Edward Woodward interpreta a su evolutivo personaje con total soltura, nos sumergiremos en una trama oscura y llena de giros inesperados, canciones que describen por medio de metáforas sexuales la idiosincrasia cultural de los habitantes de la isla, y por si fuera poco contamos con el siempre impresionante Christopher Lee en la piel de un inquietante gobernador. La película es una mezcla rara pero perfecta de musical, thriller... quien quiera verla pensando en el chorro-sangre y susto-fácil no verá esta cinta con buenos ojos, pero aquel que quiera seguir una interesante trama, un thriller de suspense con el ritmo de las películas de antes pero con un puntito surrealista, se encontrará con una agradable sorpresa que, paso a paso animará a sacar diversas conclusiones haciendo crecer mas y más la curiosidad sobre el paradero de la pequeña desaparecida.
Obiviamente ésta no es una película para todos los gustos, recuerda en cierto modo a Twin Peaks, pueblecito lleno de gente rara con mucho que ocultar.
En lo referente a lo musical de esta cinta, cabe decir que no estamos ante un producto muy purista, no como la tienda de los horrores o rocky horror picture show donde las canciones adquieren ese grado de protagonismo que permite calificar la película como tal. En el hombre de mimbre las canciones son pocas y muy cortas, y la mayoría compuesta a modo de cancionero popular, describen con mucho acierto la forma de pensar de los nativos isleños. Más importantes son la trama, los interrogatorios y las desconcertantes respuestas que Howey obtiene.
En definitiva, quien haya o no haya visto todabía el truñazo que es el remake del 2006, puede contemplar una de las más curiosas, extrañas y controvertidas películas de principios de los 70, con una fotografía muy natural y un final absolutamente brutal.
Esta es una de esas películas de difícil catalogación.Thriller, musical, drama...se dan la mano para ofrecernos una película tan extraña como inquietante, que mantiene todo el rato al espectador sumido en su desconcertante atmósfera.
El sargento Howey, protagonista de la cinta, es hombre de ferbientes creencias cristianas, extremista, deboto, y todo lo que se le podría achacar al súbdito mas acérrimo de cualquier religión, esto a priori no es malo, nuestro buen sargento es un protagonista de buen carácter y educadas maneras, un personaje que cae bien al espectador. Pero el bueno de Howey dará con la horma de su zapato: una isla a investigar para el solito llena de gente que no piensa precisamente como él, canciones picantonas, cultos al falo, exhibicionismo carnal, y un comportamiento general muy, pero que muy irritante. Esto llevará al personaje principal, Howey, a una evolución cambiante de carácter propiciada por la tremenda frustración, y ambiente malsano que rezuma toda la isla, todo ello acompañado del omnipresente choque de culturas entre el extrangero "supercristiano" y los "megapaganos" isleños.
Edward Woodward interpreta a su evolutivo personaje con total soltura, nos sumergiremos en una trama oscura y llena de giros inesperados, canciones que describen por medio de metáforas sexuales la idiosincrasia cultural de los habitantes de la isla, y por si fuera poco contamos con el siempre impresionante Christopher Lee en la piel de un inquietante gobernador. La película es una mezcla rara pero perfecta de musical, thriller... quien quiera verla pensando en el chorro-sangre y susto-fácil no verá esta cinta con buenos ojos, pero aquel que quiera seguir una interesante trama, un thriller de suspense con el ritmo de las películas de antes pero con un puntito surrealista, se encontrará con una agradable sorpresa que, paso a paso animará a sacar diversas conclusiones haciendo crecer mas y más la curiosidad sobre el paradero de la pequeña desaparecida.
Obiviamente ésta no es una película para todos los gustos, recuerda en cierto modo a Twin Peaks, pueblecito lleno de gente rara con mucho que ocultar.
En lo referente a lo musical de esta cinta, cabe decir que no estamos ante un producto muy purista, no como la tienda de los horrores o rocky horror picture show donde las canciones adquieren ese grado de protagonismo que permite calificar la película como tal. En el hombre de mimbre las canciones son pocas y muy cortas, y la mayoría compuesta a modo de cancionero popular, describen con mucho acierto la forma de pensar de los nativos isleños. Más importantes son la trama, los interrogatorios y las desconcertantes respuestas que Howey obtiene.
En definitiva, quien haya o no haya visto todabía el truñazo que es el remake del 2006, puede contemplar una de las más curiosas, extrañas y controvertidas películas de principios de los 70, con una fotografía muy natural y un final absolutamente brutal.
Es recomendable verla acompañado por que la discusión posterior al visionado estará asegurada, se mete el dedo en la yaga religiosa y a alguno le va a escocer, nadie queda indiferente
No hay comentarios:
Publicar un comentario